El G20 se ha comprometido a aportar los fondos necesarios para asegurar una distribución equitativa de la vacuna contra la COVID-19 entre los países más pobres del mundo, tras una cumbre telemática de dos días.
Se prevé una inversión de 28 000 millones de dólares, de los que 4200 millones se necesitan antes del final del año, para que la vacuna del coronavirus sea universal.
Sin embargo, el texto no incluye nuevas medidas para aliviar la situación de las naciones más desfavorecidas, pese a que era uno de los puntos más importantes de la agenda de varios de los participantes.
La declaración final se limita a reiterar otras medidas ya adoptadas a lo largo del año por el Grupo de cara a los países más vulnerables, como mantener la suspensión de la deuda para estos hasta junio de 2021, obviando la solicitud hecha por la ONU para extenderla hasta el fin del próximo año.
El G20 también hace una reivindicación explícita del multilateralismo, otro de los aspectos que se habían puesto sobre la mesa, tras el deterioro que ha sufrido durante el mandato de Donald Trump.
Redacción: Fiorella Espíritu
Créditos: eitb.eus