Oficialmente, cerca de 180.000 indios han fallecido de COVID-19, de los cuales 15.000 sólo en el mes de abril. Pero algunos piensan que el número real podría ser mucho mayor.
Hasta el momento, India tiene hasta 2,1 millones de casos activos de coronavirus. En algunos crematorios piden a las familias del fallecido que lleven su propio combustible ante el desabastecimiento.
La rápida propagación del COVID-19 en la India, con alarmantes cifras récord de casi 300.000 enfermos y más de 2.000 fallecidos en un día, está causando fallas de suministros, una crisis sanitaria que las autoridades intentan reestablecer, liberando vías para aumentar la producción de medicamentos y vacunas.
Según los datos del Ministerio de Salud de la India, hay un total de 15,6 millones de casos de coronavirus confirmados desde el inicio de la pandemia hasta ahora, 2,1 millones de reportes se encuentran activos, un considerable número que supone grandes presiones en el sistema sanitario.
El 76% de los nuevos casos se concentran en diez estados del país, incluyendo el occidental estado de Maharashtra, el norteño Uttar Pradesh, y la capital Nueva Delhi.
Por ello, la carga de trabajo de los sepultureros se ha elevado en las últimas semanas en India, donde la población con 1.300 millones de personas se ha visto afectada por una segunda ola epidémica viral.
En el cementerio de Jadid Qabristan Ahle, en la capital india, desde el lunes por la noche durante una semana,se ha recibido 11 difuntos en tres horas, según un responsable del AFP. Para el atardecer, 20 muertos ya habían sido enterrados.
Las redes sociales y los medios de prensa han inundado de imágenes de hogueras en llamas y crematorios incapaces de sobrellevar la situación. Por su lado, algunos crematorios de Lucknow, son enfrentados a la escasez de madera, e incluso tienen que pedir a las familias que lleven su propio combustible.
Redacción: Melanni Miranda.
Fuente: La Repùblica.