Se han visto pocos episodios de este tipo de ondas y muy específicos, aunque a los expertos les preocupan las grandes redes de cables submarinos.
Una tormenta solar podría hacer colapsar las comunicaciones, Esta es la alerta formal que aparece en el informe, donde también se cuantifica el posible daño si se terminase colapsando la red global de internet durante meses por fallos producidos por ese choque de ondas electromagnéticas: unos 7.000 millones de dólares en pérdidas solo en EE UU.
Pero ahora la Red de redes se enfrenta a otro gigante desconocido y que aún está por ver cuándo hará su aparición. Un estudio reciente de la investigadora de la Universidad de California Sangeethe Abdu Jyothi ha puesto sobre aviso al resto del planeta y los ojos miran al Sol. No obstante, los episodios de tormentas solares son raros y poco frecuentes. De hecho, los libros de Historia no albergan muchos recuerdos de este tipo. La más reciente tuvo lugar en 2003 en la ciudad sueca de Malmö, donde se produjeron apagones. A finales de ese mismo año también se vieron dañados algunos transformadores eléctricos en latitudes bajas como Sudáfrica.
Una construcción y un funcionamiento que evita que estos dispositivos estén o puedan ser afectados por corrientes magnéticas. Su punto débil, señala dicha investigadora, se encuentra en los repetidores, colocados cada 50-150 kilómetros.
Con ellos se amplifica la señal y así los operadores consiguen que ni se degrade ni se pierda durante el largo viaje. Por eso se construyen con componentes electrónicos, lo que significa que podrían dañarse con una tormenta solar. El enlace podría dejar de funcionar, de ahí que esta plataforma sea más vulnerable ante una interrupción generalizada.
Redacción: Amber Minaya
Fuente: EuroNews