Bolivia está atravesando una cuarta ola de contagios de coronavirus debido a la flexibilidad en las normas sanitarias, un avance lento en el proceso de vacunación a pesar que se está efectuando desde los menores de 12 años a más, y por conflictos sociales.
A pesar que el incremento no ha sido rápido, ha logrado pasar los 1000 casos por día, aunque la letalidad es de 0,8 % a comparación de la cifra reportada a mediados del 2020 que fue de 6,2 %,; en la segunda ola (2,7 % ) y la tercera (2,8 %).
Por su parte, el epidemiólogo español, Víctor Quesada, enfatizó a “mantener la alerta” para disminuir las consecuencias a pesar que las nuevas olas aunque estas sean menos peligrosas.
El especialista, quien asesoró al Ministerio de Salud boliviano, sostuvo ante un medio local lo siguiente: “Que se cuente con unidades de cuidados intensivos, medicamentos, diagnósticos y vacunas que marcan una diferencia en relación al inicio de la pandemia”.
Asimismo, consideró que se debe avanzar en el proceso de la inmunización y que no se relajen las medidas a pesar que se cuente con el equipamiento necesario para atender a pacientes infectados con el virus.
Redacción. Oscar Moscol
Fuente. Diario El Correo
Foto. EFE